El alimento fisiológico es aquel que puede ser correctamente procesado por las enzimas digestivas, las mucinas y la flora intestinal; en resumen: el alimento ancestral. Definimos al alimento fisiológico como aquel que nutre, energiza, vitaliza y depura, sin requerir procesamiento y sin generar ensuciamiento. El Dr. Jean Seignalet lo define como aquel adaptado a nuestro sistema digestivo originario. Dado que el ser humano no es granívoro, herbívoro, carnívoro ni omnívoro, y que genéticamente nuestro ADN es 99% chimpancé (animal frugívoro), nuestra fisiología digestiva está diseñada y preparada para frutas, hojas, semillas, raíces…, todo en crudo.
Pero hace miles de años, por una simple cuestión de supervivencia, el ser humano tuvo que adaptarse a la proteína animal (cárnicos, lácteos), a los amiláceos (cereales, tubérculos) y a la cocción (para poder digerir esos alimentos no fisiológicos). Como es obvio, adaptación no es normalidad.
Además, luego la tecnología nos introdujo en las últimas décadas el alimento industrializado y procesado, con el artificial aporte de la síntesis química, completándose un esquema tóxico y adictivo, causa profunda del proceso de ensuciamiento crónico.
Más información sobre la alimentación fisiológica
A continuación desglosamos la tabla comparativa que ejemplifica las diferencias fisiológicas entre mamíferos.